Algunos dedicamos media vida a estudiar, a formarnos, a investigar, a analizar, a intentar descubrir los vericuetos por los que fluyen los misterios de la vida.
Queremos descubrir los misterios engranajes que mueven los elementos que determinan nuestro transcurrir cotidiano -para algunos, arrastrarse cotidiano-
Pero uno llega a cierta madurez mental -que no sexual, repito-, y descubre que lo único claro que hay es que no tienen sexo los ángeles. Así es. Intentad relajaros, elevad el volumen de los altavoces y disfrutad del video musical: no intentéis explicar nada. Simple.
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